LA BALLENA Y EL PELÍCANO.
Cuentos del Cambio Climático año 2022
Pues resulta que , ante el cambio de temperaturas de las
aguas en el hemisferio sur del planeta las ballenas Yubarta encienden su chip
de migrar a aguas más frías para el apareamiento y la crianza, y viajan en una súper carretera de corrientes marinas
incapaces de ser detectadas por el ojo
humano, mucho menos por los satélites, es una carretera que unas especies van y otras vienen, entre
aguas frías y calientes, desde la costa pacífica de Chile emprenden su gran
viaje anual, para sentir esa libertad oceánica, en medio de peligros, ataques
de tiburones de gran tamaño, calamares que emergen de lo profundo del océano,
cambios bruscos por nacientes volcanes en el lecho marino, submarinos de las
potencias que con sus sonares muchas veces desorientan a las ballenas, hasta
los barcos chinos pesqueros que acechan
en aguas internacionales esperando cazar todo lo que se mueva, ahí van las
ballenas subiendo a tomar aire hasta bajar y tomar nuevamente impulso, en aguas
muchas veces agitadas, mar embravecido, y por ratos gran calma en las que
pueden descansar, y emitir sus hermosas melodías de ballenas. Ya casi llegando a otras latitudes donde la
temperatura del agua se puede sentir, las ballenas quieren ir más apartadas de
la costa por la gran contaminación plástica, de desechos y por el petróleo derramado
por inconscientes cargueros como el español de REPSOL que derramó crudo en las
costas frente a Perú, para las ballenas ir cerca de la costa es exponerse, a que
los mismos turistas curioseen sus ritos
de seducción, de pretenderse unas a otras para intercambiar genes, es molesto
la impertinencia humana en la vida de los cetáceos.
La costa centroamericana es más segura, el pacifico centroamericano después de
las aguas territoriales de Panamá son mejores, aunque hay que esquivarse uno
que otro carguero, pero es más seguro, las ballenas no van a puerto, siguen su
libertad, dependiendo del clima y el tiempo que las guía, hay veces y hoy más
que nunca en que la tecnología las delata y muchos humanos ya
hablan de : Tiempo para avistar ballenas, eso implica dinamizar el turismo,
nuevas rutas turísticas atractivas para avistar a estos magníficos mamíferos que
pasan cada año frente a las costas de Centroamérica.
En la travesía náutica de las ballenas, se acerca un
valiente pelícano, que reduce su velocidad y desciende un poco para hablar más
cerca con la ballena y dice:
--Deberás ir cansada mi amiga.
--Quiero pasar rápido antes que los humanos vengan a vernos.
--Van a buen tiempo, la pequeña franja litoral de El
Salvador la pasarán rápido.
--Pero sabes que nos gusta los Cóbanos, ahí descansamos.
--¿No es muy contaminado actualmente?
-- Mucho plástico y
el agua sabe a gasolina.
--Oye, has tragado plástico alguna vez.
-- Muy poco, pero sí.
-- ¿Y papel? ¿Has probado papel?
-- ¿Qué es eso?
-- ¡Olvídalo! Buen viaje amiga.
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