Empáticos por los periodistas.
Por Carlos Francisco Imendia
Y no fue fácil recibir la noticia
comenzando el año 2023, de que un grupo
de periodistas sería despedido del Canal 33, para los mismos periodistas debió
ser un golpe cruel, frio, inmisericorde de la misma vida, que desechaba como
hoja seca su esfuerzo y dedicación y que en una hoja de papel , de sangre fría, la empresa prescinde de sus
servicios, cruel.
Algunos de esos periodistas escribieron en las redes sociales
de su agradecimiento por los servicios prestados durante años a la empresa periodística,
pero sabemos que detrás de esas frases, hay dolor y desesperanza, pero lo más
nuclear, decepción y frustración.
Frustración porque medios de
comunicación independientes en nuestro país están en vías de extinción,
aquellos que aún pueden darse el lujo de decir que siguen una línea editorial
independiente son contados con los dedos y están al asecho.
Los enemigos de la democracia buscan
homogenizar el mensaje y la narrativa, y aquellos medios detractores o
denunciantes ya se miran con incomodidad, ante eso la actitud revanchista y
pendenciera de los que ostentan el poder cuyas decisiones verticales ordenan despojar de toda pauta oficial al
medio, ahogándolo y condenándolo a una inminente desaparición.
Por otra parte el poco esfuerzo
de la empresa periodística por renovarse y adaptarse a las exigencias de las audiencias,
la forma incomprensible del comportamiento del público, y los exabruptos en
preferencias y en tendencias dejan perplejos a las mesas de decisión en
producción en los diferentes canales.
La versión tradicional del canal
del mensaje ahora no es tan aceptable y el rechazo a esa forma tradicional
demuestra el abandono del medio y la infidelidad de preferencia. Por eso el triunfo de los youtubers de ser
don nadie a posicionarse como celebridades, sin duda fenómenos incomprensibles.
Pero lo cierto es que el comienzo
del año 2023 para este gremio periodístico es
decepcionante y amargo, y sin duda, hoy más que nunca, el presente es
una involución, y vemos que el riesgo a
que la profesión periodística no sea tan rentable y prometedora, ¿qué dirán
aquellos bachilleres o recién graduandos de la promoción 2022 que piensan, o
aspiran al periodismo salvadoreño? Les
aseguro que más de alguno debió tirar la toalla y pensó mejor en gastronomía.
No quiero pensar que esto sea una
estratagema antidemocrática, una secuencia planificada de un veneno de acción lenta
que ahorita da efecto, y que solo veremos desplomarse a estas empresas periodísticas,
veremos o estamos viendo morir el
periodismo investigativo , para dar paso a la burda práctica de la propaganda. Sin periodismo no hay verdad, sin verdad no
hay democracia y sin democracia no hay paz.
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